22 de noviembre de 2012

Hablemos de libros y cómo nos hacen sentir


Revisando en mi biblioteca física, descubrí  libros que había olvidado. Algunos los creía perdidos, como la mayoría de esos que regalé. Digo regalé, porque los presté y jamás regresaron. Me da por pensar que están en mejores manos, que alguien los valora como tal vez yo no podría hacerlo, y no precisamente que están destinados a permanecer en algún rincón de una habitación, olvidados.

Quiero creer que cuando nos desprendemos de algo que nos parece interesante, es porque alguien lo valora más, y se encarga de alimentarlo con un uso constante. Por ejemplo, los libros requieren de ese pase de páginas, de absorber esas letras y engullir todo el contenido una y otra vez. No basta con leerlos y dejarlos tirados en algún rincón, olvidando que existían siquiera, o exhibiéndolos sólo cuando queremos presumir de nuestra cultura.


Alguien una vez me dijo, que ese descuido sólo le sucede únicamente con los libros “malos”. ¿Y es que acaso eso existe? Es decir, todo es útil en esta vida, hasta ese tipo de lectura que nos permite determinar cuáles realmente merecen nuestra total atención. Hasta para comparar las grandes obras y las no tan agradables de determinado autor. Nos dan la oportunidad de mejorar nuestros gustos, de determinar si realmente merece la pena desprendernos de esas monedas y de nuestro tiempo para recorrer las líneas de una obra.

Un libro es malo, cuando ya no sirve para adornar un estante, ni para hacer bulto en nuestra mesita de noche.

Hay unas cuantas obras que me enorgullecen, y una que otra que quisiera esconder (y a veces lo hago),  algunas las regalé porque por más que lo intenté, no logré tomarles cariño, pero de eso posiblemente hablemos en una futura entrada.

Por cierto, me encantaría acompañar estas líneas con unos videos que encontré en la web, y lograron despertar mi interés, precisamente por estar involucrados con el fascinante mundo de los libros. ¡Disfrútenlos!


La alegría de los libros






Inspirado en algunos personajes de
 libros famosos



 Una bonita forma de demostrar 
cómo nos hacen sentir los libros


1 comentarios:

Anónimo dijo...

Que rico es leer nuevamente un libro que leímos hace tiempo, o reencontrarse con el que se fue con algún amigo.
Desde hace más de 15 años que los libros entraron a mi vida, este tipo de amor si que dura toda la vida.
Buenos los links